Tras unos primeros dos días en los que el viento de levante afectó a las cofradías que realizan sus estaciones penitenciales el Domingo de Ramos y Lunes Santo, la situación meteorológica se ha enmendado para dar paso a un Martes Santo y un Miércoles Santo con un tiempo magnífico.
Muchas miradas están puestas en el cielo en una jornada tan señalada como la del Jueves Santo y la madrugada de la salida de Nuestro Padre Jesús Nazareno, especialmente cuando la entrada del viento del sur, que continuará presente oscilando según horas con el poniente o el levante, está provocando brumas a lo largo de la mañana. Sin embargo, las previsiones son bastante buenas para lo que resta de jornada y también a partir de las dos de la madrugada, sin que haya presencia de viento ni otro fenómeno atmosférico adverso.
Todo apunta a una jornada cumbre para la Semana Mayor excepcional.