Después de dos años sin procesiones, las calles de la isla volvieron a llenarse de cofrades deseosos de volver a vivir la jornada del Domingo de Ramos.

Una jornada que comenzaba un poco antes de lo habitual, pues la hermandad de la Borriquita abría las puertas de la Capilla de la Salle a las cuatro menos 10 para así poder cuadrar los horarios con el resto de las hermandades del día.

Como es tradicional, fueron el pregonero de la Semana Santa y la alcaldesa de la alcaldesa de la ciudad quienes abrieron las puertas de esta capilla para que los hermanos lasalianos iniciaran su caminar.


Esta hermandad presentaba varios estrenos en su salida procesional. Entre los mismos se encontraba el tallado completo de la canastilla del paso y juego de candelabros para el paso de misterio. Ciriales, báculo y dalmáticas para el cuerpo de acólitos, dorado y plateado de pértigas, así como la restauración y plateado de respiradores y crestería del paso de María Santísima de la Estrella.


En cuanto al recorrido, esta hermandad también presentó novedades, pues se vio el paso de la cofradía por la calle Tomás del Valle para adentrarse por Lanuza para retornar por las 7 revueltas pero en sentido inverso al tradicional.


Desde el barrio de la Ardila, La hermandad de Humildad y Paciencia, era la segunda en salir en esta jornada.
Numerosos estrenos los que presentaba esta joven hermandad. 12 pértigas labradas, Báculo para párroco réplica de Juan Pablo II, Grupo de Ciriales y Cruz Parroquial en orfebrería, Libro de Reglas en terciopelo azul con orfebrería plateada en esquinas y escudo de la Hermandad, cascos con plumas para los romanos y centurión, túnica blanca caída sobre la piedra para el cristo así como un cíngulo hecho de cuerda.

Esta hermandad ha sido una de las hermandades que realizó una parte de su recorrido en silencio, para que las personas con trastorno del Espectro Autista o Aspergue pudieran disfrutar del discurrir de esta cofradía.


Ante una plaza Iglesia a rebosar de público y a las 18.15 horas, realizaba su salida procesional la hermandad de Columna. Un cortejo que se iniciaba a los sones de la marcha ‘Atado a la Columna’ interpretada por la Banda de música Maestro Enrique Montero.

Se adentraba en la calle Real el imponente paso del Señor Atado y Flagelado, tras él la dolorosa que tallara Vicente Tena. La Virgen de las Lágrimas lucía un broche que representaba el agradecimiento a la labor de los sanitarios durante la pandemia.
Aspecto renovado el que presentaba el palio de esta hermandad, pues estrenaba el plateado de los candelabros de cola, nueva flequería y caireles.
Segunda de las hermandades que realizaba parte de su recorrido en silencio, concretamente fue al paso de la cofradía por la calle Rosario.