Comenzaba la jornada de este día con miradas al cielo, pues aun se manejaban previsiones de lluvia.

Las puertas de la parroquia de San José Artesano se abrieron pasadas las 17.45 horas para que iniciara su caminar la hermandad del Prendimiento. Una hermandad que presentaba su principal estreno en el frontal dorado de su paso de misterio.

A su salida el paso del Señor se volvió hacia el cementerio isleño mientras sonaba la marcha ‘La muerte no es el final’ como homenaje todos los fallecidos en esta pandemia y en especial a su capataz Juan José Alba, fallecido recientemente.

A los sones de ‘Mater Mea’ de Ricardo Dorado salía María Santísima del Buen Fin, exornada con todas las flores rosas en apoyo a todas aquellas mujeres que sufren cáncer de mama.

Le sorprendió la lluvia a esta hermandad cuando discurría por la carrera oficial, no pudiendo recortar su itinerario, pero si apresurando su caminar hasta recogerse antes de la hora previsto.

La Iglesia de la Pastora abría las puertas por primera vez esta semana, y lo hacia para que saliera la cofradía del Huerto, salida que estuvo acompañada musicalmente por la Coral Logar de la Puente.
Destacado el paso de la hermandad por las curvas de Capitanía donde se realizó una ofrenda al busto del
Beato Marcelo Spinola.

Esta hermandad presentaba varios estrenos como son las túnicas bordadas de los apóstoles dormidos, toca de sobre manto para María Santísima de Gracia y Esperanza Coronada, guion Charitas, guion con el lema de la hermandad, bandera pontificia y cuatro varas repujadas.

La lluvia sorprendía a esta cofradía a la altura de la calle Rosario, pero los hermanos hortelanos decidieron continuar por su recorrido inicial apresurando un poco la marcha del cortejo hasta llegar un poco antes de tiempo al templo pastoreño.

La tercera y ultimas de las hermandades en procesionar en esta jornada de martes santo fue la hermandad de la Caridad, que como es tradicional ponía su paso en la calle a los sones de ‘Caridad para mi hijo’, marcha que compuso José Ribera Tordera en el año 1993. La hermandad tras aparecer la lluvia, decidió acortar recorrido por Real, recogiéndose en torno a las 22.30 horas.